IMAN KANDOUSÍ, nacida en Tetuán (Marruecos) pertenece a una familia profundamente ligada tanto a la tradición popular marroquí como a los medios intelectuales y artísticos.
La música del cercano Oriente y del Magreb constituye la fuente de la que bebieron los artistas andalusíes durante siglos. Inagotables melodías, ritmos sensuales e improvisación se conjugaban en un saber artístico altamente apreciado en las cortes de califas y sultanes.